domingo, 27 de octubre de 2013

Coincidieron

El destino quiso que detective y asesino compartiesen ciudad y tiempo; que estuviesen enfrentados día a día en las calles sucias, tétricas, grises; que la sangre fuera para ambos una motivación enfermiza y credo; que tuviesen en común el gusto por el Jazz, el café y el whisky americano a destiempo; que compitiesen por la misma mujer juguetona, pícara y demasiado inteligente, de pecho turgentes y labios colorados; que ambos se odiasen con ira pero dependiesen él uno del otro para ser ellos mismos; que los dos coincidieran mirándose con rabia y apuntándose con sus armas… Cada uno a un lado del mismo espejo…

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